Los alimentos genéticamente modificados se están convirtiendo rápidamente en algo común en los estantes de los supermercados, con un estimado del 60 al 70% de los alimentos procesados ​​en los EE. UU. Que contienen ingredientes genéticamente modificados, y es probable que se vuelvan cada vez más comunes a medida que avanza la tecnología y los métodos tradicionales de crecimiento de alimentos y la producción no satisface las crecientes demandas.

Sin embargo, existe una gran controversia en torno a los alimentos que han sido modificados genéticamente y el potencial que tienen para afectar nuestra salud, el medio ambiente y la cadena alimentaria.

¿Qué son los alimentos transgénicos?

Los alimentos genéticamente modificados (GM) son organismos a los que se les ha alterado su material genético de alguna manera que no ocurre naturalmente. Los genes de un organismo se transfieren a otros para crear plantas modificadas genéticamente.

De esta manera, es posible elegir ciertas características que se muestran en una especie e implantar estos rasgos deseables en otra. Por ejemplo, el gen que codifica la producción de vitamina A se ha trasplantado al genoma del arroz, lo que significa que la nueva variedad de arroz transgénico tiene un alto contenido de vitamina A donde normalmente tendría un bajo contenido del nutriente.

¿Cuáles son los beneficios de los alimentos transgénicos?

Los alimentos transgénicos se han creado porque se percibe que tienen una ventaja sobre los originales. La ventaja podría ser en forma de valor nutricional, que es beneficioso para el consumidor e indirectamente para los productores que pueden usarlo como un punto de venta, o una ventaja en el crecimiento o producción que facilita la producción de la planta y por lo tanto del alimento. en grandes cantidades.

La principal ventaja de los primeros cultivos transgénicos fue que aumentaron la producción y disminuyeron los costos debido a la inserción de genes que les permitieron crecer en condiciones deseables específicas. Estos genes les dieron características como mayor resistencia a virus o plagas y mayor tolerancia a herbicidas.

Obviamente, esto es beneficioso para los productores en términos de rentabilidad, pero también puede ser parte de una solución para crear un mayor suministro de alimentos en una población mundial en constante crecimiento. Aunque el aumento de la producción es la razón más común para los alimentos genéticamente modificados, la tecnología abre un enorme campo de posibilidades en términos de aumentar el valor nutricional de los alimentos, incluso hasta el punto de utilizar ciertos alimentos modificados para tratar deficiencias nutricionales potencialmente devastadoras.

¿Los alimentos transgénicos son malos para nuestra salud?

La Organización Mundial de la Salud afirma que no es posible confirmar la seguridad de todos los alimentos modificados genéticamente, debido a las diferencias en la forma en que se insertan los genes, sin embargo, también sugieren que los alimentos actualmente disponibles para el público deberían ser seguros para el consumo debido a estrictos protocolos de prueba y evaluación que existen.

Aunque los alimentos transgénicos son todavía relativamente nuevos, hasta la fecha no se han informado efectos adversos para la salud en los países que han aprobado su uso.

Sin embargo, todavía existe cierto debate sobre cómo la técnica podría tener efectos adversos en nuestra salud. Una preocupación es que es más probable que los alimentos modificados genéticamente provoquen alergias debido a la presencia de genes de otras especies, pero los consumidores no son conscientes de ello.

Por ejemplo, si un gen de un maní se incorporara al genoma de otro alimento, ¿desencadenaría una reacción alérgica en las personas sensibles al maní? Sin embargo, para contrarrestar esta posibilidad, se desaconseja el uso de genes de alimentos altamente alergénicos y se realizan pruebas para determinar si es probable que la proteína producida por el gen tenga un efecto alergénico.

Otra área de preocupación es que el uso de genes resistentes a los antibióticos en la producción de cultivos transgénicos podría resultar en la producción de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos que podrían poner en peligro a la población. Sin embargo, una vez más, la posibilidad es baja y los expertos ahora están fomentando el uso de diferentes tecnologías que no requieren un gen resistente a los antibióticos.

También se expresaron preocupaciones sobre la posibilidad de que los alimentos transgénicos sean menos nutritivos que los alimentos convencionales y pueden no tener los mismos beneficios para la salud, pero las pruebas realizadas hasta el momento no han confirmado estas teorías.

Conclusión

En general, se ha concluido que los alimentos transgénicos disponibles en el mercado para el consumo humano pueden considerarse seguros; sin embargo, se requieren más investigaciones sobre los posibles efectos a largo plazo en la población humana.

Los procedimientos de prueba actuales para los alimentos transgénicos en los EE. UU. Son al menos tan estrictos como los de los productos alimenticios convencionales, en algunos casos más, y debe tenerse en cuenta que incluso los alimentos no transgénicos tienen el potencial de causar daños y no existe un 100% Garantizamos que cualquier alimento que ingerimos sea completamente seguro.

La tecnología cuenta con el respaldo de la mayoría de las organizaciones de salud, incluida la Sociedad Médica Estadounidense, lo que sugiere que, según los conocimientos actuales, estos productos son seguros para el consumo.

Además, la tecnología utilizada en la creación de alimentos modificados genéticamente tiene el potencial de conferir beneficios para la salud de la población humana, aunque todavía no es una práctica común.