Muchas personas abordan su rutina de ejercicios con la actitud de que debe llevarse a cabo a la perfección para obtener resultados. Pasan horas calculando la cantidad exacta de calorías que deben quemar y la cantidad de tiempo y el tipo de ejercicio necesario para lograrlo.

De forma rutinaria, leen recomendaciones sobre las mejores formas de lograr el entrenamiento perfecto y las aplican a su rutina diaria, quizás en detrimento de otras áreas de sus vidas. Otros se esfuerzan por lograr el cuerpo perfecto a través de entrenamientos intensivos, dietas estrictas y grandes cantidades de fuerza de voluntad, solo para volver a los malos hábitos cuando este noble objetivo nunca parece acercarse más.

Luchar por la perfección en su entrenamiento o establecer metas de perfección poco realistas con respecto al peso o la forma corporal simplemente significa prepararse para la decepción.

Hay tantas perspectivas diferentes de perfección que es probable que, incluso si alcanzas tu objetivo ideal, en este momento habrá otro estándar de perfección que alcanzar. Apuntar a la perfección no es un enfoque saludable para ninguna parte de la vida, incluido el entrenamiento. En su lugar, apunte al progreso, en forma de metas alcanzables, y celebre cuando llegue allí.

Por qué la perfección no es alcanzable o ni siquiera necesaria

La primera pregunta a responder es “qué es la perfección”. En términos de ejercicio, incluso los expertos coinciden en que el mismo régimen no es el más eficaz para todas las personas y que debemos encontrar algo único que funcione para nosotros.

Mientras que algunos pueden jurar que el entrenamiento a intervalos en un gimnasio es la forma de alcanzar una condición física óptima y quemar la mayor cantidad de calorías, otros pueden encontrar que una carrera larga y constante o una divertida clase de aeróbicos grupales con amigos es lo más efectivo para ellos.

Diferentes personas pueden encontrar diferentes momentos del día, diferentes intensidades o tipos de ejercicio o entrenamientos de diferente duración como los más beneficiosos. No existe un entrenamiento perfecto o perfecto para todos, y tratar de adaptar tu entrenamiento para que se ajuste a lo que consideras perfecto puede apoderarse de tu vida y comenzar a tener efectos negativos en otros aspectos.

El entrenamiento perfecto también cambia constantemente, con nuevas investigaciones que surgen casi semanalmente sobre el mejor tipo de régimen a seguir. La clave para ponerse en forma y perder peso a través del ejercicio no es seguir todas las modas o incorporar todas las investigaciones científicas disponibles en su entrenamiento, se trata de encontrar algo que disfrute, que se adapte a su estilo de vida y que tenga tiempo para hacer. regularmente sin que otras áreas de tu vida sufran.

La búsqueda del cuerpo perfecto también es un objetivo inalcanzable que puede conducir a la desmoralización, la depresión y, a menudo, conduce a renunciar a su rutina de ejercicios o alimentación.

Desafortunadamente, no todos estamos genéticamente programados para parecer supermodelos, así que no importa cuánto tiempo pases en el gimnasio y cuánta comida te prives, para algunos será imposible tener efectos completamente satisfactorios.

Es mucho mejor concentrarse en pequeñas mejoras en su cuerpo, como un aumento de tono o una reducción en la talla del vestido, y aceptar que no existe un cuerpo perfecto y que el atractivo puede venir en cualquier tamaño y forma.

Apunta al progreso

En lugar de aspirar a la perfección en su entrenamiento, intente progresar. Esto se cuantifica más fácilmente estableciendo metas pequeñas y alcanzables que no sean abrumadoras, pero que marcan un paso en el proceso para llegar a donde quiere llegar.

En términos de su entrenamiento, esto podría tener como objetivo correr su primera carrera de cinco kilómetros o mejorar su tiempo para andar en bicicleta una distancia establecida en el gimnasio. Incluso establecer la meta de ir al gimnasio tres veces por semana en lugar de dos, si bien no es la cantidad óptima que se consideraría la perfección, tendrá grandes efectos en su salud y estado físico.

Cuando haya logrado este objetivo, establezca un nuevo objetivo más desafiante. Al establecer y alcanzar metas, se está dando un estímulo positivo que lo motivará a continuar y hacerlo aún mejor, en lugar de desanimarlo por completo debido a una meta que está completamente fuera de su alcance.

Al dar pasos pequeños y lentos, también puede establecer lo que es perfecto para usted en términos de equilibrio y salud en la vida.

Lo mismo se aplica a la pérdida de peso. Establezca metas razonables y alcanzables que sean saludables y se adapten a su tipo de cuerpo. Una pequeña pérdida de peso de 0,5 a 1 kg por semana, una caída en la talla del vestido o incluso tonificar un poco los brazos son buenos objetivos que se pueden alcanzar.

Recuerda también que la apariencia no lo es todo y aunque los resultados de tu entrenamiento pueden no ser visibles desde el exterior, aún estás mejorando tu estado de salud.

Celebre los resultados

Cuando logra uno de estos objetivos o siente que ha progresado, es importante reconocerlo y recompensarse. Esto lo motivará a continuar y le hará sentir que su arduo trabajo ha dado sus frutos. Un pequeño viaje de compras, un masaje o un nuevo atuendo de gimnasio pueden ser la motivación perfecta para seguir adelante.

Por qué se aplica lo mismo a su dieta

Apuntar a la perfección en su dieta también es una buena manera de prepararse para el fracaso. Las recomendaciones nutricionales se actualizan y modifican constantemente y, por lo general, varían según con quién hable.

Lo que puede considerarse la dieta perfecta una semana, puede descubrirse que la próxima semana tiene efectos enormemente nocivos para la salud del cuerpo. Por esta razón, es importante apuntar a una dieta equilibrada que le proporcione suficientes calorías para realizar las tareas del día a día con facilidad, pero no demasiadas que le provoquen aumento de peso.

El progreso en su dieta, al igual que con su régimen de ejercicio, debe abordarse en pequeños pasos alcanzables para obtener los mejores resultados. Pequeños cambios, como cambiar de pan blanco a pan integral, cambiar la barra de chocolate de las 3 de la tarde por una pieza de fruta o cocinar con aceite de oliva en lugar de mantequilla, son fáciles de lograr y pueden marcar una gran diferencia en su salud y deben considerarse un progreso. en su camino hacia una dieta más saludable.

Recuerda que eres solo un ser humano y es natural no alcanzar la perfección. Si pierde su entrenamiento un día, no se castigue, simplemente continúe y vuelva a hacerlo al día siguiente. Del mismo modo, si se da un atracón de chocolate en un momento de debilidad, no se desespere, pero trate de comer de manera más saludable el resto del día para compensar si es posible.

Apuntar a la perfección es una excelente manera de sentirse decepcionado, pero apuntar al progreso puede ayudarlo a alcanzar sus metas a largo plazo y mantenerlas.